EL MUERTO PAGA, ¿Y DONDE ESTA EL MUERTO?
Caminar, ver y comentar.
Por: Freddy Báez.
Este sábado caminaba por
la calle Matías Ramón Mella, una de las vías principales del poblado de
Villa Mella, mejor dicho, es la calle en donde se centraba la mayor actividad
comercial en este poblado, donde se vendió el mejor chicharrón de la zona,
estoy hablando de 20 o 30 años atrás, pero ese no es el tema al que me quiero
referir.
Caminaba por mi natal
pueblo de Villa Mella, cuando me detuve a saludar algunos lugareños, luego de
lo saludos, éstos me contaron lo sucedido en medio de un funeral que pasó por
el lugar.
Me cuentan sobre el caos
que se armó y el terror que se sembró entre comerciantes y policías, el cual
obligó a cerrar puertas, tanto del comercio como del propio cuartel de policía, debido al
paso del funeral que se detuvo precisamente en la rotonda que comunica la
provincia de Monte Plata con Villa Mella,
De acuerdo a lo contado:
El funeral era de una persona joven, y hermano de alguien muy popular en el
bajo mundo.
Imaginen ustedes, como
son estos funerales de algún tigre de barrios en estos tiempos, lo primero que usted ve es un grupo de motores escoltando el carro
fúnebre, siembre son dos en cada motor (Hombre/mujer), con botella de cerveza o
ron en la mano, fumando algún cigarrillo, música, toalla para secar el sudor y mucho
ruido.
Me cuentan que el
funeral procedía de San Felipe o punta, y al llegar a la Rotonda de Villa
Mella, se detuvo en medio de la vía, decenas
de motoristas, personas a pies, se detuvieron aquí, no se sabe con qué o cuál
objetivo fue esta parada.
En la Rotonda; el funeral
fue paralizado alrededor, me cuentan, mas de una hora y media, el
tigueraje que acompañó al difunto, en medio de un sol radiante y un fuerte calor,
sediento por tomar, se acercaron a un colmado de la zona, comenzaron a pedir
refresco, agua, cigarrillo, cerveza, ron y los más osados whisky.
El dependiente del
colmado al momento de despachar a este grupo de personas sus artículos, al ver
el movimiento del tigueraje que había, de inmediato solicitaban el pago de las cosas
despachadas o artículos, pero los cliente respondían ¨El Muerto paga¨.
Seguían despachando mercancía
y ¿el pago?, la contesta era que ¡Ël Muerto paga!, pero al comerciante le
resulto extraño y de inmediato suspendió el despacho y cerró sus puertas por el gran alboroto que
tenían en la esquina.
El encargado del colmado
en donde se despachó mercancías salió a cobrar, trato de buscar al responsable
del pago, y pregunto a los presentes, ¿En dónde está el que va hacer el pago?,
la misma respuesta recibió ¨El Muerto
Paga¨, y volvió y preguntó ¿y dónde está
el Muerto? y alguien le contesto, acostado en su ataúd!!.
En la Rotonda se armó tremendo
tapón vehicular, AMET luchaba por agilizar el tránsito, pero todo el tigueraje
lo impedíó.
Por fin deciden
continuar con el entierro al cementerio para recibir cristiana sepultura y el
muerto se iba desconociendo la deuda contraída con el colmado de la esquina de aquellos
que pidieron sin su consentimiento.
El tigueraje que estaba acompañando
al fenecido, por todo el alboroto que había y percatándose los demás
comerciantes decidieron cerrar sus puerta para no ser timado y tener que
escuchar la frese ¨El Muerto paga¨ .
El desorden que se armo
con todo esa gente, fumando, bebiendo, brincando, bailando y borracha, logrando
que los agentes de policía no pudieron controlar el grupo. Luego de una hora y
media decidieron continuar con el entierro para terminar con el cao en esa
esquina.
Procediendo el caos por
las demás calles de Villa Mella, el cual cundió el pánico en sus pasos por el
alboroto y el tigueraje, que sembraba inseguridad entre los vecinos.
A poco metro del lugar,
el nuevo cuartel policial cerró sus puertas por temor a la turba que mantenía
el caos en la zona dejando la zona a su libre albedrío.
El funeral continúo
dando tumbo, provocando caos a su paso hasta llegar al cementerio y recibir
cristiana sepultura.
Esto fue lo que me
contaron, saque usted su conclusión de otros funerales realizados en otros
lugares del país, y donde son enterrados como héroes muchos delincuentes y
narcotraficantes.
Fotos: Daniel Jimenez (La Magia Foto) y Guillermo Jimenez (Plaza Higuero)